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Segmentos

Me has dado la herencia

"El concepto de herencia es central en el pacto de Dios con su pueblo al punto que la apelación a él es un recurso legítimo en nuestras oraciones”

La herencia es un concepto ligado fundamentalmente al parentesco propio de las familias nucleares y los vínculos de sangre. En primera instancia y sin perjuicio de los testamentos específicos y las acciones legales intencionales para desheredar a alguien, en su defecto todas las legislaciones privilegian y conceden el derecho a la herencia a los cónyuges y a los hijos en relación con sus padres, ampliando gradualmente este derecho a los familiares consanguíneos más cercanos cuando no hay cónyuges o hijos que puedan reclamarlo. Ya el rey David hizo alusión al concepto de herencia en relación con Dios: “Tú, oh Dios, has aceptado mis promesas y me has dado la herencia de quienes honran tu nombre” (Salmo 61:5), en un tiempo en que la condición filial de Israel respecto de Dios era muy vaga, tal vez en virtud de que, con todo, Dios le había declarado a él y a su descendencia “Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre, mi Dios, la roca de mi salvación’” (Salmo 89:26); ratificado luego a su hijo Salomón: “Dios me dijo: ‘Será tu hijo Salomón el que construya mi templo y mis atrios, pues lo he escogido como hijo, y seré para él como un padre” (1 Crónicas 28:6). Sin embargo, en el Nuevo Testamento, en virtud de la doctrina de la adopción por la que todo creyente es constituido por Dios como hijo suyo en pleno derecho y propiedad, podemos descansar en que: “… si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo…” (Romanos 8:17), de modo que podamos decir: “Bellos lugares me han tocado; ¡preciosa herencia me ha correspondido!” (Salmo 16:6)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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