Una de las razones por las cuales el rey Josías es declarado el mejor de los reyes de Judá es la sentida y solemne renovación del pacto con Dios celebrada en su momento en el templo a título personal y en nombre del pueblo al que se dirigió para que ellos también renovaran y asumieran los compromisos con Dios establecidos en él: “Después se puso de pie junto a la columna del rey y en presencia del Señor renovó el pacto. Se comprometió a seguir al Señor y a cumplir, de todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos, estatutos y mandatos, reafirmando así las palabras del pacto escritas en este libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto” (2 Reyes 23:3). El libro al que ser refiere este pasaje es el libro de la Ley que los judíos llaman La Torá y que la iglesia conoce como el Pentateuco, es decir los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio que fue encontrado por el sumo sacerdote Jilquías extraviado en el templo, cuando se estaban llevando a cabo en él las reparaciones y restauraciones ordenadas por el rey. La lectura de este libro por parte del rey puso en evidencia que Judá había abandonado el pacto y había desobedecido a Dios a lo largo de varias generaciones y se hallaba, por lo tanto, bajo el inminente juicio de Dios, lo cual llevó a Josías a rasgarse las vestiduras en señal de lamento y a humillarse en oración y arrepentimiento delante de Dios, actitud que llevó a Dios a diferir su juicio ya decretado sobre Judá mediante la invasión y conquista del reino por parte del imperio Babilónico y no llevarlo a cabo en vida del rey
Las palabras del pacto
“El alejamiento culpable del pueblo de su lealtad a Dios solo puede resolverse volviendo al pacto suscrito con Dios y renovando sus compromisos”
Deja tu comentario