Lo natural y lo sobrenatural son conceptos superpuestos entre sí que pueden distinguirse conceptualmente, pero no pueden separarse en la realidad en donde se dan entremezclados, en especial en lo que tiene que ver con las capacidades intelectuales y creativas del ser humano, puesto que finalmente, tanto lo natural como lo sobrenatural convergen y proceden de Dios. Porque la teología ha asociado habitualmente el funcionamiento natural de las cosas con la actividad del Dios Trino, y de manera particular con el Logos o Hijo de Dios que sería Quien “… sostiene todas las cosas con su palabra poderosa…” (Hebreos 1:3) ynos brinda, además, la iluminación cotidiana natural por la cual los seres humanos tenemos la capacidad de pensar y razonar sobre nosotros mismos y sobre el entorno en que nos encontramos, adquiriendo conciencia de él. El Espíritu Santo está más asociado con la iluminación propiamente sobrenatural que nos permite comprender y aceptar Su revelación en la Biblia con miras a la salvación. Pero en cuanto a las capacidades y habilidades asombrosas que algunos tienen para el arte y otras destrezas semejantes, lo natural y lo sobrenatural se fusionan y son, pues, atribuidas sin reserva al Espíritu de Dios: “«Toma en cuenta que he escogido a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, y lo he llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y para realizar toda clase de artesanías” (Éxodo 31:2-5)
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