fbpx
Segmentos

Entre la espada y la pared

“La severidad de la disciplina de Dios es tan dosificada y compasiva que siempre será preferible a caer bajo los rencores vengativos de los hombres”

Volviendo con lo varias veces expuesto en el sentido de que todo lo que sucede en el mundo sucede debido a dos tipos de causas: la Causa Primera que es Dios, o las causas segundas que son la naturaleza, los seres humanos y los ángeles, hallándose, entonces, la Causa Primera siempre, de manera directa o indirecta ꟷmediada por las causas segundasꟷ, detrás de todo lo que acontece en el mundo; el rey David, puesto ante la disyuntiva de elegir por cual tipo de causa prefería que él y la nación fueran castigados por Dios por faltas de la nación que no se especifican en la narración, él respondió: “ꟷ¡Estoy entre la espada y la pared!… Pero es mejor que yo caiga en las manos del Señor, porque su compasión es muy grande, y no que caiga en las manos de los hombres” (1 Crónicas 21:13). Ciertamente, una de las tres opciones planteadas implicaba con claridad esto último: padecer tres meses de persecución y derrota por la espada de sus enemigos. Y es que, a pesar de lo penosas que pudieran ser cualquiera de las dos opciones alternas: tres años de hambre o tres días de peste y mortandad sobre la nación, siempre serán preferibles a caer en manos de los hombres por la tendencia humana a excederse y ensañarse sobre los demás, transgrediendo los límites de lo que es justo, en especial en tiempos de guerra tan proclives y facilitadores de los crueles excesos y la sevicia que define los llamados “crímenes de guerra”. Por eso, caer en manos de Dios siempre será preferible, pues Dios es lento para la ira y grande en misericordia y cuando castiga, lo hace en la justa medida y nada más

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión