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Segmentos

Solo tres cosas

“En realidad, lo que Dios espera de nosotros no es algo tan vasto, misterioso o difícil de comprender como muchos se lo imaginan”

Sin menoscabo de la profundidad de la revelación que Dios nos brinda en la Biblia, el cristianismo es, no obstante, sencillo; apto para todas las personas sin excepción, al margen de su condición humana, social o cultural, pues Dios no discrimina a nadie. Y si bien esta sencillez no es un sinónimo de simplismo ni de superficialidad, sí significa que las verdades fundamentales del evangelio pueden ser entendidas hasta por un niño. Por eso, sin perjuicio del estudio disciplinado que nos permite profundizar en ellas en obediencia a la instrucción divina de escudriñar las Escrituras; Dios nos provee en la Biblia de versiones abreviadas y resumidas, de fácil recordación, de lo que Él nos pide y espera de nosotros, pero nunca como justificación y pretexto para eximirnos de estudiarlas más a fondo, sino como estímulo para descubrir todas sus conexiones y riqueza, comprendiendo así la realidad de las cosas y sus implicaciones para nuestra vida actual y nuestro destino eterno. Entre estas versiones abreviadas, una de las primeras y más queridas es la consignada por el profeta Miqueas para indicarnos tres cosas básicas, puntuales y muy claras, que son las que Dios espera de nosotros en toda circunstancia para poder hacer lo correcto, estar en los mejores términos con Él y cosechar las bendiciones de la obediencia, de tal manera que siempre podamos recordarlas y tenerlas presentes sin especial dificultad: “¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6:8)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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