Uno de los aspectos paradójicos, pero al mismo tiempo providenciales concernientes a la fe y a las relaciones entre la iglesia y la sociedad secular es que, a pesar de su desconocimiento general del cristianismo y de lo que éste involucra y requiere de nosotros de manera puntual, los no creyentes, sin embargo, saben bien que los creyentes tenemos una responsabilidad moral mucho mayor que quienes no lo son, en razón de la conducta que el cristianismo demanda y espera de quienes lo profesan. Y debido a ello, la sociedad secular le exige a la iglesia mucho más de lo que se exige a sí misma. Así, los no creyentes no tienen ningún reparo en señalar la paja en el ojo de la iglesia, al tiempo que les tiene sin cuidado la viga que hay en su propio ojo. Por eso, ante las faltas de la iglesia, son los no creyentes quienes pueden estar más prestos a señalárselas y enrostrárselas de maneras incisivas, directas y, por lo mismo, muy dolorosas, mostrándonos sin anestesia nuestras inconsistencias, como lo hizo Pablo con sus correligionarios, los judíos: “Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío; que dependes de la ley y te jactas de tu relación con Dios… en fin, tú que enseñas a otros, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas contra el robo, ¿robas? Tú que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que aborreces a los ídolos, ¿robas de sus templos? Tú que te jactas de la ley, ¿deshonras a Dios quebrantando la ley? Así está escrito: «Por causa de ustedes se blasfema el nombre de Dios entre los gentiles.»” (Romanos 2:17-29). Medidas de choque que a veces se vuelven necesarias para que corrijamos y entremos en razón
La paja en el ojo de la iglesia
14 noviembre, 2022
2 Lectura mínima
“Es paradójico pero, si la iglesia no está a la altura de su llamado, los primeros en hacérselo saber serán los inconversos”
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Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
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