Volviendo con la generalización, John Lennox se refirió así a una de las formas que asume: “Descartar una idea por medio de la caricatura es una señal de superficialidad y pereza”. De hecho, una de las falacias en la argumentación es la “falacia del hombre de paja” que consiste en caricaturizar los argumentos o la posición del oponente para después poder atacarlos con mayor facilidad, poniéndole nombre a esta caricatura y aplicándola en lo sucesivo a todo el que comparta la posición del oponente. Los detractores del cristianismo suelen recurrir a este tipo de falacia para tratar de desvirtuarlo. La más común de estas caricaturizaciones es la que rotula a los cristianos como personas crédulas e ignorantes que profesan una “fe de carbonero”. Por supuesto que hay un significativo número de cristianos que se ajustan a esta caricatura y refuerzan esta imagen negativa, pero generalizar este estereotipo muestra más bien la ignorancia del que así lo hace al desconocer el gran aporte que muchísimos pensadores cristianos del máximo nivel han hecho al mundo a lo largo de la historia, y la gran variedad de pensamiento que el cristianismo admite sin traicionar la sana doctrina que todos los cristianos suscriben. La utilidad de los rótulos, siempre y cuando no sean caricaturas, consiste en tener una idea aproximativa del pensamiento del interlocutor, pero no pueden ser concluyentes, pues al final, cada caso es particular y siempre habrá variables que podemos ignorar y que nos inhabilitan para juzgar con justicia, recordando lo dicho por el Señor: “Ustedes juzgan según criterios humanos; yo, en cambio, no juzgo a nadie” (Juan 8:15)
El hombre de paja
1 agosto, 2022
2 Lectura mínima
“Generalizar es necesario, pero sin hacer de la excepción regla ni prejuzgar poniéndole de entrada un rótulo a todo caso particular”
También te puede interesar
Sobre el autor
Arturo Rojas
Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.
Deja tu comentario