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Segmentos

El agua que pasó

“El día del triunfo final Dios nos renovará y se deleitará de tal modo con nosotros que su amor ya no dará lugar a reprensiones”

El establecimiento final y victorioso del reinado de Cristo en la Tierra en su regreso o Segunda Venida, evento culminante designado en teología como “la parusía”; dará lugar a una edad de oro caracterizada por una justicia, una paz y un gozo tan inefables, crecientes y gloriosos que no solamente no sentiremos ya ninguna vergüenza por nuestros pecados pasados ya expiados y perdonados por Cristo en la cruz del calvario, sino que ni siquiera experimentaremos ninguna reprensión de parte de Dios por causa de ellos, pues estarán ya resueltos y olvidados de tal modo que todo esto se convertirá tan sólo en recuerdos que podremos evocar meramente como parte del anecdotario de nuestra vida pasada, a la manera del anuncio hecho por Zofar en el libro de Job: “Ciertamente olvidarás tus pesares, o los recordarás como el agua que pasó” (Job 11:16). Evocación que, además, tendrá como principal propósito fomentar la gratitud hacia Dios por parte de nosotros, sus redimidos, a causa de lo hecho a nuestro favor para conducirnos finalmente al puerto seguro de Su reino, en el que el deleite será algo tan generalizado que no sólo nosotros nos deleitaremos en Dios, sino que Dios mismo también se deleitará en los suyos renovándonos con su amor y, movido por ese mismo amor, omitirá y silenciará cualquier reprensión o acusación que nuestros actos pasados pudieran merecer, como lo reveló el profeta: “porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos” (Sofonías 3:17)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

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