fbpx
Segmentos

Cartas abiertas

“El creyente sencillo sin habilidades intelectuales para la defensa de su fe siempre puede compensarlo exhibiendo buenas obras”

Atenágoras, preparado apologista del siglo II, hizo la siguiente observación en defensa del evangelio: “Entre nosotros usted hallará a personas no educadas… incapaces de probar con palabras el beneficio de nuestra doctrina… Ellos no ensayan discursos sino que exhiben buenas obras”. Las buenas obras son, entonces, la demostración final y definitiva de una fe auténticamente salvadora que la establecen sin lugar a duda ante todos los que observan, sin necesidad de mayores argumentos discursivos a su favor. De hecho, el grueso de la iglesia cristiana en la historia ha estado constituido por gente sencilla, sin destacada formación y facultades intelectuales que les permitan exponer metódica y sistemáticamente la doctrina cristiana con satisfactoria solvencia ante los paganos cultos, algo que en realidad no ha sido tan necesario. No sólo porque el cristianismo siempre ha contado entre sus filas con un minoritario pero suficiente número de apologistas y teólogos del más alto nivel intelectual, campeones en la defensa de la doctrina cristiana con argumentos convincentes y de peso; sino porque los creyentes que carecen de estas habilidades siempre han podido compensarlo, mediante una exhibición de buenas obras inobjetables, elocuentes, contundentes y concluyentes, como lo dice Pablo: “¿Acaso comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso tenemos que presentarles o pedirles a ustedes cartas de recomendación, como hacen algunos? Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Es evidente que ustedes son una carta de Cristo…” (2 Corintios 3:1-3)

Arturo Rojas

Cristiano por la gracia de Dios, ministro del evangelio por convicción y apologista por vocación. Hice estudios en el Instituto Bíblico Integral de Casa Sobre la Roca y me licencié en teología por la Facultad de Estudios Teológicos y Pastorales de la Iglesia Anglicana y de Logos Christian College. Cursé enseguida una maestría en Divinidades y estudios teológicos en Laud Hall Seminary y, posteriormente, fui honrado con un doctorado honorario por Logos Christian College.

Deja tu comentario

Clic aquí para dejar tu opinión